Nuestra metodología niños y adolescentes

En el apartado de metodología con adultos explicábamos como nos basamos en la corriente sistémica, la cognitivo-conductual y los avances en el conocimiento del cerebro a la hora de evaluar e intervenir. Esas corrientes también son la base desde la que trabajamos con los menores.

Entendemos que para ayudar a los niños/as y adolescentes a superar sus dificultades hay que abordar los problemas teniendo en cuenta todas sus facetas: familiar, escolar, personal y social. Para ello es importante que la familia esté implicada y entienda que, para que sus hijos mejoren, es necesario que ellos mismos hagan algún cambio en su forma de relacionarse, de hablarles, de abordar sus problemas, etc.

Cada niño/a es diferente y no existe ninguna receta que funcione igual con todos. Sin embargo, a través de la información que nos aportan sus familiares, el propio niño/a (a su manera) el colegio y la implicación de todos hallaremos la fórmula para cada familia.

Tanto con la familia como con los menores utilizamos la comunicación indirecta para salvar al “perro guardián” del cerebro y conseguir cambios individuales y familiares que permitan al niño o adolescente alcanzar el bienestar. Para ello trabajamos a través de metáforas que “esquivan” las defensas psicológicas del cerebro y permiten que lleguen los mensajes a nivel emocional.